SANTO DOMINGO YANHUITLAN

Yanhuitlán es nombre náhuatl de yancui “cosa nueva” y tlan “en la cercanía de”.

HISTORIA

Reseña Histórica
Los dominicos llegaron a este municipio diez años después que los españoles llegaron a Oaxaca. Con la sericultura, Yanhuitlán es el centro comercial de la Mixteca, la seda se vende en México, Puebla y la antequera; las ganancias se guardan en cofres con cerraduras de tres llaves y son estas cajas comunales las que permiten seguir desarrollando su cultura en siete barrios, en siete cofradías que existen hasta nuestros días en Yanhuitlán: Ayuxu Dana, Xayujo, Tico, Tinde, Yudayo. Yuxacoyo y Yuyuxa.
Tres problemas rompen con la armonía de la sociedad:
A) El primero de ellos es el proceso inquisitorial de Yanhuitlán fechado en 1545 y 1549.
B) El segundo se inicia en 1541, cuando los frailes - dominicos deciden iniciar la construcción de una iglesia que debería estar encima del centro ceremonial prehispánico. Estos trabajos se vieron impedidos por don Francisco de las Casas, aunque más tarde encontraron la ayuda incondicional de su hijo Gonzalo.
Había que movilizar gran numero de trabajadores no calificados. En 1556 el arzobispo Montufar se quejaba de que los frailes llevaban a trabajar a los indios en la construcción de iglesia en grupos de 500,600 y 1000, a una distancia aproximada de 12 leguas sin darles sueldo o un pedazo de pan.

En Yanhuitlán hacia 1570, se asignaron 6000 indígenas en cuatequil para construcción de la iglesia, dividido en 10 cuadrillas de 600 hombres, cada una encargada del transporte de piedra, cal y agua.
Este número no incluía a los artesanos que labraban la piedra, preparaban la mezcla y asistían a europeos que dirigían las obras, no es exagerado afirmar que la construcción de una de las principales joyas mixtecas, la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, originó el deterioro ecológico de la región. Cuando los muros se elevaron, fue necesario incrementar la talla de árboles, debido a la necesidad de madera para cimbrar, andamios, leña y carbón.
C) El tercer hecho ocurre en 1679 y fue más desalentador, por orden real, se autorizó el derribo y quema de todas las moreras. No fue fácil la grandeza de esta cultura, nos vuelve a los dioses “Ayu”, para olvidar la triada de sangre, dolor y lágrimas que tuvieron que pasar para poder integrarse.